Consumo Cultural y Atención al Cliente

Bueno, creo que es momento de retomar un poco los asuntos serios (y no es que los demás no lo sean, mas bien me refiero a analizar y echar rollo). Sobre todo enfocándome a la descripción de este blog, la cual dice:

El mundo teen y preteen desde el punto de vista mediático. Los productos que consumen y la publicidad que los rodea.


Vamos a retomar un poco lo que decía Pierre Bordieu y más recientemente Néstor García Canclini sobre el consumo para conocer la cultura (en este momento me refiero a cultura como TODO lo creado por el hombre, por lo que todo hombre tiene cultura; hay muchas definiciones de cultura y no me enfocaré en una en particular, sino en todas las que se refieren, ya sea de manera general o particular a la que acabo de mencionar, intentado no limitarme a ella) de una sociedad.

Bordieu busca conocer la cultura de la sociedad capitalista desde una postura crítica derivada del marxismo, pero lo hace desde un punto de vista poco explorado anteriormente: el consumo. Lo que define a una sociedad, en lo general, y a un ser humano, en lo particular, son los productos que consume.

Para conocer más al respecto hay algunos libros al respecto de Bordieu, García Canclini y muchos otros autores que analizan este campo. Sigamos mientras tanto con el tema.

Muchos administradores y directores de recursos humanos, y también mercadólogos definen la atención al cliente como uno de los principales factores para el éxito de un negocio.

Esto es definitivo para las empresas familiares y pequeñas, como los abarrotes de la esquina, donde el cliente prefiere ir a comprarle a "Don Lalo" o "Doña María" (su nombre es lo de menos, lo importante es que lo conocen) antes que ir a un Oxxo. Esto se puede dar por varios factores:


  • La cercanía (osea, se puede ir caminando, aunque este factor puede quedar en duda ya que grandes empresas como Oxxo se multiplican cada vez más y en muchas ciudades existe casi casi una por esquina)

  • Conocen a quien los atiende (que por lo general es el dueño)

  • Quien los atiende es muy amigable

  • Quien los atiende siempre está al tanto de lo que necesitan y si no lo tiene se los consigue

  • La persona que atiende siempre los recuerda por su nombre y al entrar los saluda

  • Saben que le pueden preguntar y él sin problemas les va a decir donde está o va a ir por el producto hasta el estante donde se encuentra

  • Le hace un descuento a sus clientes frecuentes

  • Les da un "pilón" en productos no empaquetados

  • Le tienen la suficiente confianza y saben que no les va a querer vender algo más caro que lo que necesitan con tal de obtener más dinero de la venta

  • Es muy buena onda

  • Siempre que vayan a comprar a ese lugar tienen la certeza de que él o ella los va a atender personalmente



Aunque los abarrotes de la "cuadra" no tienen los precios más competitivos, éstos pueden ser factores determinantes para su éxito.

Y para negocios más grandes también la atención al cliente es definitiva para concretar su éxito (es decir, conretar las ventas, que es lo que importa, además de generar lealtad y fidelidad por parte del cliente).

Pero al parecer esto no aplica para todas las empresas ni productos.

En algunos casos la impersonalidad y el hecho de desconocer totalmente al vendedor es lo que produce el éxito del negocio. Además de que no exista posibilidad alguna de que encuentres algún conocido ni dentro ni afuera de dicho establecimiento.

Mencionemos ahora otro punto importante para llegar al punto mencionado.

Los productos muchas veces compiten en cuestión de precios. Esto se ha vuelto en ocasiones una pésima estrategia para posicionarse en el mercado que puede llegar a terminar con el negocio y hasta con la competencia. Bajar los precios respecto a la competencia no siempre te hace ser más competitivo, sino en ocasiones te convierte en la opción "barata".

Por lo general los productos que se consumen "en público" tienen mayor valor. Este tipo de productos, entre más cuesten, mayor distinción le proporcionan a quien los consume. Esto va desde ropa, relojes, joyería, automóviles hasta la comida que se consume en finos retaurantes.

Entonces, volviendo a los productos y servicios que deben ser totalmente impersonales para lograr su éxito tenemos a los que se consumen totalmente en la privacidad. No solo del hogar sino delante de nadie más.

Nos podemos referimos con esto a condones, cigarros, cerveza, servicios sexuales, etc, etc.

Son los productos de los que nos podemos avergonzar consumir. Si vamos siempre al mismo lugar a comprar cerveza, por ejemplo, la persona que atiende el lugar puede que piense que somos alcohólicos, algo que no nos gustaría mucho que pasara. Si compramos condones, ya saben que vamos a tener relaciones sexuales con alguien, sobre todo si lo hacemos seguido. Es posible que para todo este tipo de servicios prefieramos ir más lejos a un lugar donde nadie nos conozca para comprar los productos, que ir a donde salen más baratos o gastamos menos gasolina.

Pero esto se puede extender a cualquier otro tipo de producto que consumamos continuamente. Como el chocolate. Si todos los días compramos chocolates en el mismo lugar, nos pueden considerar adictos al chocolate, o si no, al menos golosos o pensar que ahora saben la razón de que no tengamos una figura escultural.

También con las cosas usadas o marcas piratas. O cuando vas al super y no das propina. Te consideran codo. Y si vas en ocasiones repetidas, mucho más.

El que recoje la basura es quien más conoce tus hábitos. Sabe si eres sucio (si dejas la basura o no), si consumes mucho, y qué cosas consumes. Si son marcas prestigiadas o de baja calidad. Todo esto solamente con ver los empaques y latas que se transulecen por la bolsa de la basura. Si dejas muchas bolsas o pocas. Todo eso refleja tu personalidad.

Por todo esto es muy posible que en Japón se haya dado un gran auge de las máquinas expendedoras de producto. En nuestro país las más comunes son las de sodas. En japón existen desde preservativos, juguetes sexuales hasta comida rápida. Uno no quiere que nadie más sepa que consume comida chatarra todos los días. Japón es un país sumamente individualista por lo que casi la totalidad de los productos tienden a consumirse en privado. Hasta los que nosotros consideramos que son mejores consumir en público, como la comida.

De cualquier manera, diversos productos siguen siendo de gran consumo público, como la ropa, el peinado que se usa, el carro, el perfume y hasta la casa. Quien tiene una casa grande es sinónimo de que tiene gran poder adquisitivo, mientras quien tiene un pequeño departamento de dimensiones mínimas en un edificio de más de 100 pisos es uno del montón que no logra sobresalir.

Este estilo de vida se ha ido desarrollando también en Estados Unidos y Europa, donde es raro conocer a los vecinos. Siempre se está dentro de las paredes de la casa o del patio trasero y entre menos contacto con los vecinos es mejor. Y lo es porque los vecinos pueden llegar a conocerlo a uno con gran detalle, como el señor de la basura. El vecino puede conocer la hora de llegada de cada persona al hogar, puede ver con qué llega, cada cuanto pide comida rápida (como pizzas), si haces fiestas, qué tipo de música escuchas (si pones el radio alto o la tele).

La sociedad se está volviendo más individualista y esto está llegando a México y a todos los países del mundo, en mayor o menor medida.

Esto es importante especialmente para reconocer las oportunidades que se están generando en cuestión de negocios, desde el corto hasta el mediano y largo plazo.

Bueno, espero que este post haya sido de alguna utilidad para conocer un poco más a la sociedad a partir del consumo.

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